Sostenibilidad en los procesos productivos, capacidad de adaptación, personalización y versatilidad
El principal desafío al que se enfrenta la industria del etiquetado durante este año es responder de manera adecuada a las exigencias del mercado derivadas de la pandemia de Covid-19. Las medidas de prevención sanitaria y las restricciones de movilidad han acelerado la transformación de los hábitos de consumo, con el impulso del comercio online; la seguridad sanitaria es un tema primordial para cualquier fabricante; y la sostenibilidad gana mayor relevancia como elemento diferencial: los procesos productivos con menor impacto ambiental, menor consumo de materias primas y de energía, el uso de tintas respetuosas con el medioambiente, y la minimización de la generación de residuos suponen ahorro y ventajas competitivas.
La incidencia de la pandemia ha ahondado, además, en las tendencias que ya venían definiendo el mercado actual: tiradas cada vez más cortas, precios de venta marcados por la competitividad creciente, y la necesidad de los impresores de obtener un beneficio en cada trabajo. Los márgenes son cada vez más ajustados y, por tanto, lo que marca la diferencia es disponer de máquinas versátiles y eficientes, capaces de adaptarse con agilidad a las necesidades del impresor.
La exigencia es especialmente alta en sectores como el alimentario y el farmacéutico. La industria farmacéutica tiende a tiradas más cortas y a plazos de entrega más ajustados, lo cual requiere flexibilidad y velocidad de impresión, sin afectar a la calidad y la precisión de los trabajos. En la industria alimentaria, la competitividad es máxima, con la proliferación de una amplia variedad de packaging innovador —flexible, in-mould, etiquetas termoencogibles, tubo laminado—, que persigue la diferenciación, y con materiales más sostenibles.
La versatilidad de las máquinas Rotatek
Es una situación como la del mercado actual cuando la versatilidad de las máquinas Rotatek aporta el valor añadido que buscan los impresores. Su configuración modular permite conformar múltiples grupos de impresión offset, y combinarlos con módulos para impresión flexográfica, digital y de acabados, según las características de cada trabajo. La apuesta por la impresión offset en sistema rotativo o semirrotativo cubre todas las necesidades, sea cual sea la tirada, sin tener que cambiar formatos, y con materiales, tintas y consumibles estándar.
En su completo artículo «Tendencias en impresión de etiquetas y envases para 2021», el portal El empaque recoge las estimaciones del informe The Future of Global Printing, de Smithers Pira, según las cuales, el mercado de la impresión de embalaje alcanzará los 45.000 millones de dólares en 2025, impulsado por el crecimiento del comercio electrónico, que está influyendo de forma definitiva en la manera en que cada tipo de producto se empaqueta, etiqueta y pone a la venta. El packaging flexible, señala la consultora, está ganando cuota de mercado por la posibilidad que ofrece de diseños innovadores para diferenciarse de la competencia, especialmente entre los productores de alimentos y bebidas. Ello, obviamente, se traduce en una mayor exigencia hacia los impresores de etiquetado.
La sostenibilidad como tendencia principal
La sostenibilidad es la tendencia estrella prácticamente en cualquier mercado y sector productivo. En la industria del etiquetado, se traduce en una mayor automatización de los sistemas de conversión e impresión, en la posibilidad de monitorear las máquinas en tiempo real, y de trabajar en línea para las funciones de diseño y preimpresión. Además, como apuntábamos, crece la necesidad de reducir residuos en todos los procesos productivos y, por tanto, se requieren sistemas de impresión que optimicen el consumo de tintas y de energía, y que eviten las emisiones contaminantes.
En este sentido, las aplicaciones de curado mediante Electron Beam tienen muchos puntos a favor para seguir ganando presencia. Es la tecnología más adecuada para la impresión offset de embalaje primario, fundamental sobre todo en el sector alimentario. Ofrece calidad, la posibilidad de trabajar con una gran variedad de sustratos y tamaños, elimina el riesgo de migración de tinta y carece de componentes tóxicos o contaminantes, como disolventes y componentes orgánicos volátiles (COV).
Por último, los recubrimientos EB proporcionan la mejor protección contra rasguños, productos químicos y condiciones extremas de temperatura.